Monday, February 27, 2012

Let's agree to disagree

Buenas noches.


Hace un tiempo que me dí cuenta de lo comodona y lo apática que es la sociedad online. Sobretodo en las redes sociales. A la gente parece que sólo le interese comunicarse con sus semejantes para que estos se arrastren detrás suya como cachorritos ciegos. Y por si fuera poco muchos van de filósofos por la vida pero a la mínima que les planteas un punto de vista diferente te dejan con un “Me da igual lo que digan.” o “No quiero discutir sobre esto.”
Entonces, si no quieres discutir... ¿para qué lo pones? ¿Para que todo el mundo te diga la razón que tienes y el gran iluminado que eres?

A lo que voy es que vivimos en una sociedad en la que se disfruta más con el peloteo que con una charla inteligente. El arte del debate está muriendo.

Yo amo debatir. Se me ha educado desde siempre para no torcer la pata, defendiendo siempre aquello en lo que creo pero respetando asimismo a los demás. Al fin y al cabo nada es blanco o negro, y sobre cualquier tema pueden, no, deben, de existir varios puntos de vista. Uno puede estar seguro que está en lo cierto, pero también es interesante conocer las motivaciones que mueven a los otros, escuchar su opinión, y exponer la tuya... En medio de un debate civilizado puede surgir incluso magia. Esa magia del lenguaje que usada correctamente puede movilizar el mundo mejor que las armas. Se trata de comprender, analizar, explorar, buscar nuevos caminos, convencer, engañar, guiar... confundir al contrincante sin dejar que él te confunda a ti. Tratar de seducirlo con tus palabras y tus argumentos, llevarlo por el cauce que deseas. Pero no es el resultado final lo que cuenta, no es imponer tu opinión por encima de de los demás, sino el proceso en si. Nada existe tan dulce como un oponente inteligente y bien informado. Un oponente que te ponga contra las paredes, que esté seguro de si mismo y no ceda ante tu retórica, o incluso que te haga admitir que quizá tiene parte de razón y tu estabas equivocado. Como más poderoso es el enemigo más gratificante es la lucha, aunque sea puramente intelectual.

Y sin embargo; está perdido. El debate ha caído ante el conformismo y la hipocresía de falsos amigos que pretenden ser tu uña y carne pero cuyo único repertorio son palabras amables y empalagosas como la miel de tilo. Todo lo que digas está bien, nadie va a reprocharte nada porque tu eres el rey o la reina. Pero a la que tratas de discrepar en lo más mínimo reaccionan como si acabaras de violar a su hermana. Enseguida eres el antipático y el inadaptado del grupo. Como si por tener una opinión distinta les fueras a herir su frágil orgullo.
Gorriones asustados que jamás llegarán a convertirse en sabios y astutos halcones.


Por supuesto que no todas las personas son así, incluso conozco un par con las que es muy fácil entablar un debate apasionante y delicioso. Pero ya sabéis lo que dicen: La excepción confirma la regla.


1 comment:

  1. Ay, querida Luna, ¡qué razón tienes!
    El problema de la muerte del debate es que las redes sociales no estan preparadas para un mundo en el que, como tú dices, "nada es blanco o negro". Pero también debes tener en cuenta algo... las redes sociales estan al alcance de todos, el arte del debate sólo a unos pocos.

    Muchos besitos :)

    ¡Seguiré leyéndote!

    Irina

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